¿Por qué Moisés preguntó a Dios, “Quién les digo quien me envía?”
“Mi nombre es Yo-soy”; y añadió: “Esto les dirás a los israelitas: ‘Yo-soy me envía a ustedes’.
Los Israelís habían pasado 400 años en Egipto y prácticamente habían olvidado su religión y lo que sabían de Dios.
Egipto fue un país pagano, y como muchos países paganos tenían muchos dioses e ídolos. Aun Moisés fue afectado por el paganismo y los diferentes dioses paganos de Egipto. Sabia que él había hablado con un dios, pero no sabían cual era; ¿Cuál le había mandado?
Dios le dijo, “Yo Soy”. Mucho luego, los hebreos escribían su nombre, “YHWH”, o como lo pronunciamos, “Yaweh”. “Diles que Yo Soy te envía a ellos.”
Ahora, en las religiones paganos, cada religión tenia sus sacerdotes. Los dioses frecuentemente tenían un nombre popular, pero los sacerdotes conocían su nombre verdadero de sus dioses paganos, como que creían que los nombres de los dioses fue un secreto para los sacerdotes paganos. Mucho luego, a Moisés le iban considerar sacerdote de Yahweh, porque él sabia el nombre verdadero de Dios, “Yahweh”.
En el Éxodo de los hebreos o Israelís de Egipto, y su pasaje por el desierto de Sinaí, “Yaweh” y Moisés iban a tratar de borrar las religiones paganas de los hebreos.
Se acuerden del momento en que Moisés pasaba 40 días en el Monte Sinaí, mientras que los Israelís quedaban en el campamento al pie de la montaña. Cuando se cansaban de la ausencia de Moisés, decidieron en formar su propio dios egipcio, un becerro de oro. Al mismo tiempo, Dios estaba entregando a Moisés las tablas de los Diez Mandamientos. ¿Se acuerden del Primer Mandamiento?
“YO SOY SU DIOS. NO TENDRAN OTROS DIOSES.”
Y explicó que no deben hacer ningún ídolo o adorar a otro ídolo.
Moisés bajo de la montaña y destruyó el ídolo que ellos habían hecho para adorar.
Por eso, nunca debemos prestar ninguna atención a ningún ídolo. Y hay muchos. Todavía, hoy en día tenemos muchas supersticiones como los Egipcios. Brujas, Brujos, Santería, La Santa Muerte. Las brujas leen palmas y cartas. Eso es ofensivo a Dios porque Él es el único divino. Si Uds. creen en estas supersticiones entonces no creen en Dios. Sólo Dios es Divino. Sólo Dios es Dios. No hay otro.
Los demonios quieren que creamos en supersticiones, porque nos separa de Dios. Y también, los quienes practiquen supersticiones no dan fruto con sus vidas.
En el Evangelio tenemos la parábola de la higuera que contaba Jesús,
“Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’
La higuera representa nosotros, supuestamente fieles a Dios. Pero puede ser no damos fruto si no nos arrepentimos y convertimos en nuestros corazones a Dios. “Los tres años” representa el tiempo en que Jesús estaba con ellos, y muchos no cambiaban, y resistían la conversión de sus corazones, porque no daban fruto de su fe.
Puede ser que asistimos a Misa por muchos años. Podemos decirnos que somos fieles a Dios, pero no rendimos fruto en nuestras vidas. No nos permitimos cambiar nuestros corazones. No nos permitimos la conversión de pecado. A esto dice Dios, “Córtelo”.
Eso es el peligro de resistir a Dios. Muchos queremos la fe y la vida del mundo como un compromiso. O sea, que queremos gozar del mundo y de las promesas de Dios. Pero esto no rinde fruto. Corremos el riesgo de ser cortado y no a Salvo en la vida eterna.
En esta Cuaresma, escuchen al evangelio. Recen, no falten la Santa Misa. Comulguen cada vez que pueden. Confiesen. Iniciamos la Cuaresma en Miércoles de Ceniza con las palabras,
Arrepiéntete y cree en el evangelio.
Y
Conviértanse, dice el Señor,
porque ya está cerca el Reino de los cielos.