¿Cómo vamos a aparecer en el cielo? ¿Con cuerpo, con dos manos, dos ojos, una nariz? San Juan nos dice,
Amados, a pesar de que ya somos hijos de Dios, no se ha manifestado todavía lo que seremos; pero sabemos que cuando él aparezca en su gloria, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es. (1 Jn 3:1-2)