Cuantas veces alguien les enfrenta por su fe, diciendo algo como, “¿Por qué tienes fe? ¡No lo puedes dar evidencia que su religión o su dios es real!” Ellos quieren pruebas. No entienden la fe.
Durante la Misa ofrecemos intercesiones por oraciones específicas de los fieles. Oramos por los que han fallecido o por nuestros enfermos, u otras intenciones especiales que nuestros feligreses han solicitado. Oramos por lluvia o un respiro del calor del verano.
En una de las oraciones de la Misa le pedimos al Padre,
“Acuérdate también de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia, admítelos a contemplar la luz de tu rostro”.
Eso es esperanza. Eso es fe.