“Conviértanse, por que el reino de los cielos esta cerca.”
Así predico Jesús. Jesús es Dios. El Cielo no es geográfico, sino el Cielo se encuentra donde esta Dios. Dios se hizo hombre y nos llamo para vivir con El. Pero, no podemos obtener el Cielo sin conversión a El, arrepentidos.
Mucha gente piensen que todos debemos ir al cielo; que esto seria justo. Quizás han oído la pregunta de un niño con su pregunta inocente, “¿Los perros pueden ir al cielo?”. Debemos saber como responder. Eso es un momento muy delicado, pero una oportunidad excelente para ensenar nuestra fe.
En verdad, la vida eterna solo es posible con Dios. Solo Dios es eterno. Separado de Dios la vida eterna es imposible, incomprensible. La única forma de tener la vida eterna es estar con Dios.
Cuando nuestros primeros padres, Adán y Eva fueron creados, Dios los hizo para vivir eternamente con El. Dios no hizo la muerte. Dios no hizo el pecado. Adán y Eva tenían vida eterna desde su creación.
Cuando decidieron Adán y Eva desobedecer a Dios, se hicieron rebeldes. Se separaban de El. Ellos querían la vida eterna, pero no querían a Dios. Separados de Dios, rebeldes, perdieron la vida eterna, y perdieron la vida eterna para todos sus hijos, nosotros. Así se llama su decisión “Pecado Original”.
Cuando Jesús dice, “Conviértanse, por que el reino del cielo esta cerca”, escuchamos a nuestro Dios diciendo, “Te quiero, les quiero; vuelven conmigo.”
Tenemos que pedir perdón. Tenemos que arrepentir. Tenemos que convertirnos. Para los bautizados, los arrepentidos, podemos esperar perdón y vida eterna como promesa de Jesús. Con Jesús, en sus sacramentos, con el Bautismo y la Eucaristía, el reino del cielo esta cerca. El sacramento de Reconciliación es para arrepentirnos y volver como el día de nuestro bautismo.
Entonces, cuando un niño pregunta, ¿Los perros pueden ir al cielo?” quizás podríamos preguntar, “¿Su perro ha sido bautizado?” Bueno, quizás esto no es la respuesta correcto. No podemos bautizar a perros. Quizás otra respuesta será mejor. Quizás podríamos decir, “Su perro fue todo lo que Dios esperaba de el. Fue totalmente “perro” según el plan de Dios. Dios creo su perrito. Su perrito nunca se hizo rebelde con Dios. Pero el hombre si se hizo rebelde a Dios. Quizás el hombre puede arrepentirse y volver al plan de Dios.