La Resurrección. ¿Cómo podríamos explicarlo a alguien? Nadie observó a Jesús resucitar de entre los muertos. Entonces, ¿de donde viene nuestra información con respecto a la Resurrección si nadie observó a Jesús salir del sepulcro?
Y eso es justamente cuando tenemos que comenzar creciendo en la fe. Los testimonios de varios autores son consistentes, con múltiples autores como testigos, como Pedro, Juan y Mateo. Y tenemos a Pablo, quien experimentó personalmente a Jesús resucitado en el camino a Damasco. Confiamos en los múltiples testigos a Jesús resucitado.
Es mas. Tenemos que tomar en cuenta el impacto sobre los testigos y sus oyentes, y como ellos fueron cambiados por la Resurrección. Una vez que comenzamos a creer los testigos, comenzamos nosotros a ser cambiado por los hechos. Luego, nosotros comenzamos a ser testigos, por nuestra conducta. Comenzamos a separarnos del pecado y todo lo que nos separe de Jesús, para comenzar a vivir como El vive, libre de la muerte y el temor de la muerte.
En la primera lectura escuchamos a Pedro decir a la asamblea en el Templo, ensenándoles que aunque estaba muerto en la cruz,
… Dios lo resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
Y San Pedro les decía,
Por lo tanto, hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados.
Arrepentirse significa que uno es cambiado. Arrepentimiento significa reconocer nuestros pecados, dejar de pecar y pedir perdón, y hacer la voluntad de Dios. San Juan nos explica sobre arrepentimiento en la segunda lectura hoy. Dice Juan,
En esto tenemos una prueba de que conocemos a Dios, en que cumplimos sus mandamientos.
El que dice: “Yo lo conozco”, pero no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él.
Los mandamientos de Dios son la Verdad.
Uno de las preguntas que mas se hace con respecto a Jesús es, “¿Por qué tenia que morir en la Cruz?” Jesús explicaba esto a los Apóstoles.
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras
y les dijo: “Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día,
y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto”.
Si nosotros creemos en la Resurrección, entonces somos nosotros testigos en la manera en que arrepentimos y seguimos sus mandamientos. Si nosotros nos llamamos Cristianos, y que lo conocemos, pero no seguimos sus mandamientos, entonces somos nosotros mentirosos.
Así ponemos en riesgo nuestra propia resurrección.
Por lo tanto, como exclamó San Pedro,
“… arrepiéntanse y conviértanse,
para que se les perdonen sus pecados”.