Este evangelio viene del evangelio de Mateo, del último párrafo del último capítulo del evangelio de San Mateo.
Todo el evangelio de Mateo viene preparándonos para este párrafo, en que Jesús resucitado afirma a su iglesia en los once discípulos y formó en su iglesia para mandarlos a todo el mundo.
¿Todos los discípulos ya listos, preparados para su misión apostólica?
…. los Once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Cuando vieron a Jesús, se postraron ante él, aunque algunos todavía dudaban.
Ellos dudaban. Muchas veces no prestamos mucha atención estas palabras con respecto a sus dudas. Tomará unas generaciones en la iglesia para aprender que pasó en la resurrección. Ellos dudaban. Pero Jesús no lo hizo caso. No comentó nada con respecto a sus dudas.
Pues, podemos llegar a la conclusión que dudar no puede ser pecado. Ellos, los Apóstoles dudaban. Dudando no puede ser pecado. Jesús ignora por completo que ellos estaban dudando. Y continuo formándoles como iglesia y dándoles su misión,
Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes….
Y ellos lo hacían, tal y cual como Él les decía. A pesar de sus dudas salieron en obediencia. Fueron obedientes. Sabemos que ellos salieron a todo el mundo proclamando el evangelio y bautizando a todos. Ellos creyeron que Jesús iba estar con ellos todo los días. La Ascensión de Jesús es uno de los misterios que tenemos que aceptar en fe. Este misterio es demasiado para nosotros para entender, pero sí lo creemos.
Quizás nunca vamos entender las cosas que creemos. Pero, si podemos ser obedientes. La Ascensión de Jesús al Padre es uno de los misterios que tenemos que creer en fe.
La Ascensión de Jesucristo es el paso final de su Exaltación. La exaltación de Jesús sucedió en tres etapas: Su Resurrección, su Ascensión y mandar el Espíritu Santo en Pentecostés. Según la Biblia y la tradición de la Iglesia, su Exaltación tomo 50 días; 40 entre la Resurrección y la Ascensión, y diez mas, o 50 días para Pentecostés.
Una edad nueva se ha iniciado. Una vez que Jesús ascendió al Padre, y manda el Espíritu Santo a la Iglesia, se inicia la edad de la Iglesia. Con la ayuda del Espíritu Santo, la Iglesia explotó sobre todo el mundo, de Judea a Samaria y las tierras de los paganos hasta los confines del mundo. En toda la historia del mundo no existe nada como la explosión de la Iglesia, que sigue hoy en día a través de 2,000 años. Todavía estamos experimentando esta explosión en el misterio de la Iglesia, todavía en la edad de la Iglesia.
No era posible antes de la Ascensión del Señor, su regreso al Padre. Jesús es Dios. El vino del Padre y tenia que volver al Padre. Y es, para nosotros el camino para nosotros y nuestro destino. Allí vamos con Él, por nuestro bautizo, si seguimos sus mandamientos.