¿Usted sabe cómo se siente la conversión? Es muy parecido a cuando uno se enamora. Usted es cambiado. Lo que antes le importaba, ahora no importa más. El amor genuino cambia todo. Pregúntele al “Hijo Prodigo”. Hay vergüenza envuelta junto a la conversión. Ve las cosas con una luz muy diferente y las cosas nunca volverán a ser las mismas. Con la conversión del corazón, el amor nos hace buscar la reconciliación de nuestra vergüenza. Podemos estar muy arrepentidos en el amor, y aceptar cualquier penitencia que sea necesaria.
¡No Roben Clips!
En la primera lectura, escuchamos
“Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te amarán más que al hombre dadivoso. No hay remedio para el hombre orgulloso, porque ya esta arraigado en la maldad.”
En el evangelio, Jesús dijo,
“Porque el que se engrandece a si mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.”
Si nosotros vamos a vivir en el Reino de Dios, tenemos que ser humildes y justos. Tenemos que ser honestos.
¿Como debemos vivir nuestras vidas diariamente para seguir nuestra fe y ser humildes y justos? Este problema también yo experimente en mi vida profesional.
Los Siete Pecados Capitales: La Envidia
Dijo Jesús,
“¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.
De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres….”
La división. ¿Porque Jesús trajo la división? La división se presenta cuando unos quieren estar con Dios para vivir y amar eternamente, pero otros quieren mas al mundo y posesiones. Quienes toman el Evangelio con seriedad deben esperar la misma incomprensión y división. Al igual que Cristo, nunca debemos desalentarnos y abandonar la lucha de proclamar y vivir la verdad. Pero por envidia nos van atacar.
Los Siete Pecados Capitales: La Avaricia
Los Siete Pecados Capitales La Avaricia
Recién iniciamos una serie de homilías examinando los Siete Pecados Capitales, y ya hemos revisado el pecado de la Ira. En las semanas que viene vamos a seguir revisando uno por uno los otros Pecados Capitales. La iglesia ha contemplado los Pecados Capitales desde el tiempo de Jesús y los apóstoles, como hemos escuchado en las lecturas hoy.
El pecado, en términos sencillos, no es nada mas que un acto malo. Pero el pecado es siempre una decisión personal que nos separe de nuestro Dios. El pecado mortal es fatal; nos mata por que nos separa de Dios. No hay vida eterna aparte de nuestro Dios. Solo hay vida eterna con Dios. Solo Dios es eterno. El pecado mortal nos separa de nuestro destino: El cielo y nuestra salvación. El Pecado Capital nos lleva al odio y al pecado mortal. Así perdemos la Vida Eterna.
Los Siete Pecados Capitales: La Ira
Los Siete Pecados Capitales-La Ira
Desde que llegué a la parroquia, tenía el deseo de hablarles sobre un tema importante para cada uno de nosotros. Se trata del pecado. O específicamente, se trata del Pecado Capital. Rara vez hoy en día hablamos del tema, pero es importante para nuestra salvación. En las semanas que vienen vamos a revisar uno por uno los siete pecados capitales. La iglesia ha contemplado los pecados capitales o mortales desde el tiempo de San Pablo.
El pecado, en términos sencillos, no es nada mas que un acto malo. Pero el pecado es siempre una decisión personal. El pecado nos separa de nuestro Dios, por nuestra decisión. El pecado mortal es fatal, nos mata por que nos separa de Dios. No hay vida eterna aparte de nuestro Dios. Solo hay vida eterna con Dios. El pecado mortal, capital nos separa de nuestro destino: El cielo y nuestra salvación. El pecado capital nos lleva al pecado mortal.
Confesión
Tengo un nieto, Gabriel. Hace unos años, poco antes de que yo era ordenado sacerdote, llegó el momento para Gabriel preparar para su Primera Comunión. El y yo estábamos hablando de su primera Confesión. Gabriel me comentó, “Abuelo, imagínate, ¡que tan bueno será cuando tu ya seas sacerdote y que yo pueda confesarme contigo.”
Yo no estaba preparado para esta conversación. Respondí yo a él, “Gabriel, yo quiero ser tu abuelo, no tu sacerdote. Será mejor si tu vas a confesar con otro sacerdote.”
Libertad Religiosa
Estamos en riesgo de perder nuestra preciosa libertad.
Los Obispos de los Estados Unidos nos están informando sobre preocupaciones reales acerca de nuestra libertad. Cuando un gobierno intenta quitarnos nuestras libertades frecuentemente lo hace muy despacio, paso a paso. Cuando la libertad desaparece, las personas se convierten en esclavos. Los Obispos son nuestros guardianes, y ellos han estado observando que los ataques sobre nuestra libertad están creciendo.
Una de estas libertades se refiere a que el gobierno atenta a determinar cual es y cual no es iglesia, o una actividad relacionada a la Iglesia. Por ejemplo, la Iglesia Sagrado Corazón, de acuerdo a la reciente ley Federal, es una actividad protegida de la Iglesia.
La Santa Trinidad y El Sagrado Corazón de Jesús
Una de mis experiencias favoritas en la iglesia es observar la familia cuando están entrando en la iglesia. ¿Quién sabe que está pasando antes de su llegada? Pero cuando entran la iglesia, los papas ensenan a los pequeños como poner la mano en el agua santo y hacer el signo de la cruz. De vez en cuando, observo al Papa cargado de niños y no tiene mano libre. La madre, de vez en cuando, pone su mano en la fuente y hace el signo de la cruz primero sobre su marido, y luego sobre sus hijos, y por último sobre sí misma.
¿Cristiano? ¿Cómo Podemos Saber?
¿Cristiano? Como podemos saber
¿Cómo puedo saber que TÚ eres Cristiano?
“En esto reconocerán que ustedes son mis discípulos,
Si ustedes tienen amor el uno por el otro.” Jn 13:34-45
Jesús nos dice así es como seremos reconocidos como sus discípulos. Doscientos años después un famoso escritor Romano, Tertuliano, dijo, “Mira cómo se aman el uno al otro,” refiriéndose a los Cristianos.
¡Resucitó! ¿Ahora qué?
¿Que hizo la iglesia el día después de la Resurrección? No había nada de iglesia, sino unos pocos creyentes. No tenían edificios, ni misales, ni leccionarios. ¿Ahora qué?
Y otra pregunta importante: ¿A dónde fue Jesús? ¿Simplemente vino y se fue? ¿A dónde fue Jesús después de que resucitó?