Este fin de semana será mi primera experiencia de la Fiesta Parroquial de San Juan Evangelista.
Muchas veces en una fiesta parroquial se presta mucha atención en cuanto dinero se va a ganar el evento. Es un gran error! Si ganamos buen dinero es buen fruto del evento. Pero si no ganamos no importa! El hecho de que somos familia en la fe lo celebramos abiertamente. ¡Que triste son las fiestas que ganan mucho dinero, pero no sirven para unir y renovar su comunidad!
En nuestra Fiesta parroquial tenemos la oportunidad de gozar en familia, nuestra comunidad de fe. Todo el ano estamos ocupados en muchas cosas, pero en este momento estamos gozando y sabemos quienes somos, La Iglesia Catolica de San Marcos. Mostramos, tambien a nuestros hijos que tienen otra familia que es la familia de Dios.
Y lo estamos gozando esta gran fiesta sin alcohol! Ademas abrimos nuestros brazos a recibir nuestros vecinos y amigos en la comunidad. Los demás pueden ver que si hay una gran comunidad de fe aquí. La Fiesta forma parte de nuestra misión de hacer presente el Evangelio en esta lugar. Como comunidad Católica también estamos obligados a dar la bienvenida a quienes nos visitan. ¡Hazles sentir una bienvenida calurosa!
Tengan orgullo! Gocen la fiesta! Gocen su fe! Festejan uno al otro! Demos gracias por la fe que nos une en Jesucristo.
No es contrario al mensaje de Jesús en el evangelio hoy. Cuando Jesús nos habla de tener odio a su padre y a su hijo o familiares es para enseñarnos la importancia de darle el lugar a El por encima de cualquier otra cosa. La fe debe guiar nuestras vidas. Las posesiones, el dinero, placeres no deben ser mas importante en nuestras valores. Dios siempre debe ser el Primero.
Debemos planear bien las cosas en nuestras vidas, asi como el que construye casas necesita planes. Tambien necesitamos conocer los valores que el evangelio nos presenten. Estos valores son: El Amor, el respeto, la honestidad y la vida.
El ejemplo de hacer cálculos cuando construimos algo grande e importante como una torre, es la manera en que debemos construir nuestras vidas en la fe. Hay implicaciones de nuestra fe católica. No es fácil ser católico. Se requiere una vida calculada. Las decisiones e acciones de nuestras vidas deben ser guiados por nuestra fe primero en Dios.
El otro ejemplo que nos da Jesús, es el ejemplo de guerra o combate. Antes de entrar a un combate, ¿no se debe calcular si tienen posibilidad de ganar? Por ejemplo, el tecnico de futbol pone sus jugadores en la cancha. El tecnico provee todas las posibilidades de ganar o perder. Todos los jugadores tienen que entrenar, dejar a un lado vicios, trasnoches, malas dietas, dormir ocho horas par dar lo mejor de si en la cancha.
De igual manera, como dice Jesus, “Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos bienes, no puede ser mi discípulo.” Se me hace que Jesús esta dirigiéndonos a sentar y calcular si en nuestras vidas estamos realmente dedicado a vivir como buenos discípulos, realmente dedicados a disponernos ser libres para seguir a El. Aun libres de nuestros bienes. Quienes ponen su familia, sus amistades o sus bienes por encima de su fe, encima de su vida como discípulo, esta viviendo una mentira. No podemos ganar el mundo y al cielo. O nos ponemos rumbo al cielo y la eternidad, o buscamos una vida sin esperanza de vida eterna.
Hay quienes dicen, “Soy cristiano. Pero no necesito la religión organizada” y que tiene la tradición. Eso tambien es una mentira. No debemos aceptar esa mentira nunca. La fe nos hace hermanos por nuestro bautismo. Es como tener la misma sangre que mis hermanos. Así debemos vivir en comunidad de fe, no aparte. ¿No es mas logico compartir su fe, su alabanza y sus oraciones en una religión organizada, que en una desorganizada, como una religión que inventa en un garaje de casa? Todos nuestros sacramentos solo son sacramentos en la comunidad, no existen aparte, porque Cristo vive entre nosotros en comunidad, en la iglesia.
Puedo imaginar que en las misas de los Domingos que vienen después de la Fiesta, que vamos a experimentar nuestra comunidad renovada, mas unida, mas calurosa, porque hemos renovado nuestras relaciones en nuestra comunidad de fe.
Repito. ¡Gocen la Fiesta! ¡Celebran nuestra familia de fe con orgullo en Cristo!