Epifanía significa manifestación, o revelar al mundo entero. Revela la luz de la Fe. Revela conversión del corazón.
Jesús no es sólo el Mesías a los judíos, si no que viene para el mundo entero. Isaías fue profeta unos siete siglos antes de nacimiento de Jesús, y entendió que el Mesías venia para todas las naciones.
Levántate y resplandece, Jerusalén,
porque ha llegado tu luz
De Jerusalén iba venir la salvación, la luz del mundo. Todo el mundo sin Cristo quedaba en oscuridad. Isaías proclamaba,
Mira: las tinieblas cubren la tierra
y espesa niebla envuelve a los pueblos;
pero sobre ti resplandece el Señor
y en ti se manifiesta su gloria.
He estado en Jerusalén varias veces en los últimos 30 anos, y la última vez fue en septiembre. Estando allí se puede ver que es la ciudad más famosa, más venerada en el mundo. No hay otra ciudad en el mundo como Jerusalén, donde Dios actuaba y caminaba. Y también, es la ciudad de mas conflicto internacional. Se ve manchas del demonio en Jerusalén, donde ha hecho guerra contra Dios por miles de años, pero que no se puede contra Dios.
La ciudad esta venerada como central a dos religiones: judíos y cristianos, y muy venerada también por los musulmanes.
Caminarán los pueblos a tu luz
y los reyes, al resplandor de tu aurora.
La Iglesia siempre se han entendido que la Estrella de Belén y la apariencia de los Tres Reyes significan la luz de Cristo al mundo entero. Los Tres Reyes no fueron judíos, sino paganos de otro país, buscando el nuevo rey de los judíos. Seguían la luz de Cristo.
Belén queda cerca a Jerusalén. Los Reyes buscaban información sobre el nuevo rey, y el rey Herodes los llamaba para sacar información de ellos.
Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron.
Dios estaba revelando a Jesús para el mundo entero, incluyendo el mundo pagano.
Jesús mandaba San Pablo a los paganos para llevar la Luz de Cristo al mundo pagano, con la Palabra de Dios, el mensaje,
… que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que, por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo.
En la iglesia todos somos una familia en Cristo, por su luz.
Permítame llevarlos en una reflexión sobre estas lecturas de Epifanía.
Vamos a ver la Luz de Cristo como su llamada al mundo a salir de las tinieblas e oscuridad del pecado a su Gracia. Vino para traer su Reino a la tierra para la salvación del mundo, el perdón de los pecados. Como dijo San Juan en su evangelio, explico de la Palabra,
En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
……
La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
Herodes trataba a matar al niño Jesús, y mataba a todos los niños varones de Belén hasta dos años. Salieron los Tres Reyes a su casa, y José y María escaparon a Egipto. Eventualmente los lideres del Templo y de los judíos crucificaron a Jesús.
Ahora, nunca se olvidan donde fue Jesús después de su Resurrección. Jesús había fundado la Iglesia como su Reino en la Tierra. ¿Y dónde fue Jesús después de su Crucifixión y Resurrección? Fue a la Iglesia. Jesús vive en la Iglesia. ¿Como se manifiesta Jesús en la Iglesia? Se manifiesta en la Palabra que todos compartimos. Jesús está en su Palabra. Tenemos que abrirnos a su Palabra para vivir con él.
Y Jesús se manifiesta en cada uno de los Siete Sacramentos. Cada uno de los Sacramentos es Luz eterna para nosotros, para llevarnos al cielo. Los Sacramentos son nuestra esperanza; son Jesús.
El Bautismo. Jesús mando a sus apóstoles,
Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
El Bautismo y evangelización son Luz para las naciones, y que nos abre la puerta a la vida Sacramental.
La Eucaristía. Jesús dijo,
Quien come mi carne y bebe mi sangre tendrá vida eterna en él.
Es comida para nuestra vida eterna. Es Jesús. Es nuestra esperanza.
La Confirmación. El Espíritu Santo nos fortaleza para vivir con El y expandir el Reino en la Tierra.
La Reconciliación. La Confesión. Jesús anticipaba que íbamos a caer de la bicicleta de vez en cuando y que necesitamos ayuda para salir del pecado y volver a la Vida Sacramental. Sabía que íbamos a caer en las tinieblas y que necesitábamos para volver a la Luz, a Él.
Sagrado Matrimonio. No estamos hablando de simplemente vivir juntos, sino que, en el Sacramento de Matrimonio, Jesús nos da un compañero o compañera para vivir juntos la Fe para y llegar al cielo con Jesús, juntos.
Sagrados Ordenes. Antes de terminar el Nuevo Testamento, durante las vidas de los Apóstoles, ya mencionan que impusieron sus manos y ordenaron cleros para servir a la Iglesia, incluyendo diáconos, sacerdotes y obispos. Muy temprano la Iglesia fue organizado para asegurar sacerdotes para dar sacramentos a los miembros. Jesús decía a San Pedro,
Apacienta mis ovejas
La Santa Unción de los Enfermos. Jesús se preocupó por los enfermos, e mando a sus discípulos, “ungen a los enfermos”. Cuando están ungidos ya no tienen pecados. O sea, si mueren pronto, ya van al cielo. La Unción da esperanza.
Los siete sacramentos nos preparen para la vida eterna, todos, porque todos son Cristo. Jesús es la Luz del mundo porque viene a salvar el Mundo.
Cuando vivimos la Vida Sacramental, somos nosotros la Luz de Mundo. Somos nosotros la Epifanía. Tenemos que reflejar la Luz de Cristo.