En la primera lectura podemos pensar que, en sus instrucciones de Dios a Aarón y Moisés parece un Dios Severo, Duro con respecto al leproso.
Es cierto que la enfermedad es fea y muy contagioso. Y Dios da instrucciones que el leproso tiene manchas impuros creciendo en su piel. Por tanto es importante separar el leproso del resto de la comunidad en isolacion. Una vez declarado “leproso” por el sacerdote, debe separarse, cubrir su boca y decir a quien le acerca que es “impuro”, “contaminado”.
Ahora cuando vino Jesús, El nos muestra mas preocupación para el lepro. Muestra otro aspecto de nuestro Dios. No solo habla al leproso, pero toca y lo cura. Jesús se compadeció del leproso. Jesús amaba al leproso. Nuestro Dios es generoso hasta aun los leprosos.
El impacto de su encuentro con Jesús fue que el leproso comienza dar gloria a Dios. El leproso experimento una conversión. No pudo controlar su amor a Dios. Dio gloria a Dios. El leproso no pudio vivir en la comunidad antes del milagro. Jesús lo restauro a su comunidad. En cambio, Jesús ya no podía entrar la ciudad. El tenia ahora que vivir afuera.
Cuando nosotros tenemos un encuentro con Jesús, experimentamos una conversión en nuestros corazones. Experimentamos mucho amor a Dios, y queremos adorar y glorificar a Jesús. La generosidad de Dios causa generosidad en nosotros. Comenzamos a ver claramente que todo que tenemos es bendición de Dios, viene de Dios. Sentimos gracias a Dios.
La conversión es muy parecido al amor cuando caemos en amor, por ejemplo, con nuestra pareja por primera vez. Decimos a nuestro amante, “Quiero darte todo lo que tengo. Quiero vivir todo mi vida contigo. Todo lo que tengo es tuyo. Todo lo que soy y todo que tengo es tuyo. Te adoro. Te amo con todo mi ser.”
Nuestra relación con Dios debe ser parecido a esto. Cuando comenzamos a encontrar a Jesús en nuestras vidas, también comenzamos a sentir este amor de entrega. “Todo que tengo, Señor, viene de ti. Te amo con todo mi corazón”.
El Diezmo es una expresión de amor, adoración a Dios
- Nuestra generosidad refleja la nivel de nuestra fe e adoración
- Si es poco fe e adoración, es poca nuestra donación
La semana que viene vamos a hacer nuestra promesa de Diezmo semanal para el próximo año.
- Históricamente, en las Sagradas Escrituras y en nuestra tradición enseña un Diezmo como 10% de nuestros ingresos.
- Pueden pensar del diezmo como sus primeros frutos, como en la Biblia.
- No la suelta en la bolsa, sino algo planificado. Por ejemplo:
- Las primeras horas de su salario cada semana
- Cuatro horas seria un diezmo completo si trabajen 40 horas la semana.
- Si no están dando por lo menos el equivalente a su primera hora cada semana, ¿por qué no?
En esta semana rezan y planifican su contribución, su diezmo. Parejas, hablen con su marido. Hagan su diezmo un acto de pareja.
Como parroquia hemos crecido mucho, con muchos programas nuevas, como las hermanas.
- Quiero traer un sacerdote mas para ayudarnos con Confesiones, etc.
- Necesitamos una iglesia mas grande.
La generosidad es un signo de amor. En amor debemos decir a Dios y nuestra parroquia, “Aquí estoy! Pueden contar conmigo.”