1er Domingo de Cuaresma 2013 – Lucas 4:1-13
Ayunas y Como Montar en Bicicleta
Muchos de Uds saben montar en bicicleta. Quizás aprendían de niño. ¿Cómo aprendían? ¿Se cayeron? Hay dos tipos de personas quienes aprendieron montar en bicicleta: Los con cicatrices; y mentirosos. Es parte importante de la experiencia de vida caer de la bicicleta de vez en cuando y volver a montar, aun con lágrimas y roces. Es parte de la vida. Realmente es una parte importante. En la vida hay que sufrir y sacrificar un poco para crecer y madurar.
Es igual con la oración y la devoción a Dios. No viene sin costo y sacrificio y fallos.
Ya estamos iniciando Cuaresma. Son cuarenta días de preparación para la Pascua. Yo invito a Uds crecer conmigo en la oración. Monten la bicicleta. Vamos a crecer juntos con la oración de ayunas. Siempre la iglesia ha dado instrucción y ejemplos para ayunar con oración. En el evangelio observamos a Jesús ayunando para cuarenta días y enfrentando tentaciones.
¡Hazlo! Vamos a hacer ayunos. No lo ignoramos. No lo evitan con pequeños sacrificios que no son serios. ¡Ayunen! Hagan el intento. Siempre ayunan con oración. Yo no estoy enseñando una dieta. Estamos hablando del antiguo ejemplo de oración en ayunas. Falten una comida de vez en cuando y ofrécela en silencio y en oración. O dos comidas. O todo un día.
Es como aprender montar en bicicleta. Vamos a montar. Y caer. Y volver a montar. Y caer otra vez. Así es la vida. Lo hacemos con amor, no con rencor. No vayan quejando a otros de su sacrificio. Como el Señor nos enseñó, hazlo en silencio. Bañen y visten bien. Ayunen y sacrifiquen en silencio. Intentas. Vas a fallar. Monten la bicicleta otra vez. Hagan pequeños intentos y luego más grandes. Verán crecer a su oración. Ofrecen lo que iban a comprar para su comida en limosna, en oración para los demás. Da su limosna a la Sociedad de San Vicente de Pablo. Tenemos todos que aprender como negar a nosotros mismos.
Si no pueden ayunar, entonces Ud está experimentando algo muy importante y crítico con respecto al balance de poderes entre tu espíritu y tu carne. Si siempre gana su carne, entonces su espíritu es flojo, débil y necesita ir al gimnasio espiritual para hacerse más fuerte. Es por eso que siempre nuestra religión nos ha enseñado el ayuno con la oración. Por ejemplo, la iglesia nos enseña ayunar por completo una hora antes de venir a misa. Es mínimo, pero tenemos que aprender y hacer la disciplina. Este Cuaresma recen, y ayunen. Y donen de su tesoro. Enfrenten a sus demonios y sus tentaciones como lo hizo Jesús.
Cambiando el tema un poco….
La semana pasada teníamos presentaciones para la escuela preparatoria San Juan Diego. En una conversación después una madre me explico que ya habían hablado con su niño al respecto. Me explico que su niño no quería ir a esta escuela.
Disculpe mi reacción. Yo también soy padre, de seis niños. Cuando mis niños tenían catorce o quince años yo no dejaba esta decisión a mis niños. Eso no es decisión de niño.
Con frecuencia los papás me comenten, “Padre, mi hijo (un adolescente) no quiere venir a misa.” Otra vez, pido perdón. Pero, un adolescente no debe estar tomando estas decisiones. ¿Cómo estamos enseñando a nuestros hijos? Hacemos sacrificios en la vida todos los días. Cuando son adultos queremos que estén preparados para la vida.
Vamos examinar la situación con más cuidado.
¿Uds permiten a sus niños no asistir la escuela? ¡Por supuesto que no!
¿Uds permiten a sus hijos no dormir de noche? O ¿no bañarse? ¿Es decisión del niño? ¿Permiten a sus hijos pasar la noche fuera de casa? ¿Permiten a sus hijos comer cualquier cosa y cuánto quieren? ¿Los permiten tomar alcohol? ¿O drogas? ¡Por supuesto que no!
Entonces, ¿porque los permiten no venir a misa? Lo que hacemos aquí es sumamente importante para sus vidas, o no estarían presentes Uds!
Con frecuencia paso por los corredores de la escuela o las afueras durante la misa o durante las clases de religión y encuentro a los adolescentes jugando con sus celulares o visitando entre ellos mismos; pero no están ni en su clase ni en misa. Cuando les pregunto, “¿Dónde deben estar Uds?” me comenten, “En misa, Padre” (o, “En la clase”).
Padres, ¡presten atención a sus hijos! La formación de sus almas es responsabilidad suya, no simplemente sus cuerpos. Cuando lo bautizaron Uds hicieron promesas. La religión no es decisión de ningún adolescente. Especialmente con padres católicos y religiosos.
¡Supervisen a sus adolescentes!
Enséñenles como amar y adorar a Dios y darle gracias por todo lo que tenemos. Enséñenles como montar en bicicleta a crecer en su religión. Si no aprenden de Uds, ¿de quién lo van a aprender?