Como cristianos, creemos que Dios nos creó; y luego entró en nuestra historia, la historia humana. Entraba y participaba en nuestra historia con revelaciones de Si mismo, a través de profetas y ángeles, y con su palabra. Luego, creemos que Dios mismo vino y entro en nuestra historia como su Palabra, un hombre, su único hijo, Jesucristo, nacido de la Virgen María.
Cristianos creemos que Jesús vendrá una vez mas, al final del tiempo, para juzgar a los vivos y los muertos para la eternidad. Dios viene, pero nosotros tenemos que abrir la puerta.
Cuando Dios entra en nuestra historia, la dirección de toda la historia cambia, como sucedió con Abram en Ur de Caldea, en Egipto, en Jerusalem, en Belén y en México en Tepeyac, y en nuestro Bautismo y Eucaristía. Como cristianos, creemos que Jesús siempre nos esta moviendo, jalándonos desde el futuro. Jesucristo existe en el pasado y en el futuro. Jesucristo es el alfa y la omega. Jesucristo es la palabra de Dios. Jesucristo es la fuente de toda creación, y es nuestro destino en la eternidad.
Dios no esta lejos. Dios esta con nosotros, y en forma especial en los sacramentos de la Iglesia. Lo tomamos y lo bebemos en la Eucaristía. Así Dios es tan cerca de nosotros.
La historia humana tendremos un fin, igual al fin de nuestra vida en este mundo. El fin del mundo será un momento de juicio final para todos.
La muerte es un tema en que los jóvenes rara vez consideran, pero los viejos nunca se olvidan. La muerte del cuerpo es parte natural del ciclo de nuestras vidas. Por lo tanto debemos vivir alertos y con preparación continua para vivir según la voluntad de Dios.
La palabra “Adviento” viene del Latín, “advinio”, que quiere decir “el que viene”. Nuestro Dios viene a nosotros. No quedamos solos. Dios vive entre nosotros en su Palabra y en sus Sacramentos. Y en sus sacramentos también nos cambia.
¡Cambia todo! Cuando Jesús murió y resucito, murió la muerte! ¿A dónde fue Cristo después de su Resurrección? Entró a su iglesia, para vivir con nosotros en sus Sacramentos en la iglesia, para alimentarnos y prepararnos para la vida eterna con Él. Eso fue su misión.
Adviento tiene cuatro semanas en la temporada. En los primeros dos semanas de la temporada enfocamos en la llegada de Jesucristo al final del tiempo, el fin del mundo. En los ultimas dos semanas del Adviento, la iglesia nos prepara para recibirlo en su nacimiento, en Belén a María y José.
Nosotros Católicos tenemos un conflicto con el mundo, y ese conflicto es aun mas claro durante el Adviento. La iglesia nos enseña que el Adviento no es lo mismo que la temporada de la Navidad. La música de la temporada de Adviento no debe ser música de la Navidad, a pesar de que en el mundo popular, comercial, están tocando pura música popular navideña, comenzando aun en Noviembre o antes. No es así para Cristianos en el Adviento. La música del Adviento debe enfocarnos en preparación personal para la venida del Señor en nuestras vidas.
El Adviento parece mas como la Cuaresma, un tiempo de auto-preparación, examinación, penitencia, ayuno y limosna. ¿Estoy preparado para que nuestro Dios viene a mi? Si se encuentren mas enfocados en las fiestas navideñas y regalos, entonces están viviendo para el mundo. No están preparándose para recibir a Dios.
En Adviento, debemos estar examinando nuestras vidas con cuidado. Vamos a la Confesión en Adviento. Examinamos como estamos tratando a los demás, especialmente a los pobres. El viernes 9 de diciembre aquí en la parroquia vamos a ofrecer un servicio de Reconciliación con muchos sacerdotes presentes desde las 7pm. Marcan sus calendarios.
¿Cuándo debemos comenzar las decoraciones de la Navidad? Para la iglesia, la temporada de la Navidad no empieza hasta el 24 de diciembre. Si quieren preparar con la iglesia, esperan hasta el tercer domingo de Adviento, que llamamos este domingo “Gaudete”.
Mucha gente traen a la iglesia sus imágenes del niño Jesús para bendecirlos en diciembre en anticipación de acostar el niño Jesús en sus casas. Demasiados los traen temprano para la bendición porque no tienen ningún intención de venir a la misa de la Navidad, sino simplemente acostar el niño Jesús y festejar en sus casas.
¡Es incorrecto! ¡Les advierto! ¡No falten la misa Navideña! Es mas: ¡No vamos a bendecir ningún niño Jesús en diciembre antes del día 24! Si quieren que los bendecimos traerlos a la Misa a las 7pm el 24 de diciembre cuando vamos a bendecir todos los niños Jesús durante la misa de la Navidad. ¡Es obligatorio venir a Misa el 24! ¡No falten la Misa de la Navidad! Luego Uds. pueden acostar sus niños Jesús bien benditos aquella noche.
La iglesia nos urge estar preparados para recibir a Cristo. En el evangelio Jesús nos esta explicando que nadie puede anticipar exactamente cuando es el final del tiempo. Jesús dijo a sus discípulos,
“Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Antes del diluvio la gente comía , bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entro en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se los llevó a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre….
También Uds. estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen vendrá el Hijo del hombre.”
¿Cómo vivir preparados? La mejor forma es vivir la vida sacramental de la iglesia. Estén Bautizados y Confirmados. Confiesen con frecuencia. Hacen penitencia, ayuno y den limosna. No falten la Misa. Comulguen cada vez que pueden. Si estén casados, sean casados en el Sagrado Sacramento de Matrimonio. Jesús nos dio su promesa que los quienes comen a su cuerpo y tomen su sangre vivirán para siempre, porque tendrán en si la vida eterna.
Viven preparados. Viven su Adviento con la iglesia. Invita a Jesús a su historia, a su vida, diciendo, “Ven Señor, Jesús”. Pero, ¡Abran la puerta!