Hemos iniciado un año nuevo en la liturgia. Este año vamos a escuchar el Evangelio de San Marcos. El evangelio hoy es el principio del Evangelio de San Marcos. San Marcos, como San Lucas no fue Apostol de Jesus, pero si fue companero de los Apostoles Pablo y Pedro. Marcos fue sobrino de San Barnabas, companero de San Pablo. Conocio bien a San Pedro y fue su asistente y traductor a los paganos en Roma. Es probable que el evangelio de San Marcos contiene las ensenanzas de San Pedro y de Pablo con respecto a Jesus.
Marcos comienza su Evangelio hablando de Juan el Bautista, predicando y bautizando en el Rio Jordan. Nosotros cristianos tenemos que reconocer la diferencia entre el bautismo de Juan el Bautista y nuestro Sacramento de Bautismo, y Juan nos ensena hoy. Juan predicaba un bautismo de arrepentimiento, no de salvacion, como el Sacramento que nos dio Cristo. Para Juan, el agua representaba a un baño que lavaba los pecados de los quienes reconocian a sus pecados. El bautismo de Juan representaba una conversion interna de la persona pidiendo perdon, el penitente.
Hablando de Cristo, Juan mismo dice,
Detrás de mí viene uno con más poder que yo. Yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias, aunque fuera arrodillándome ante él.
Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo.
El bautizo de Jesus hace lo que no puede hacer el bautismo de Juan. El Sacramento de Bautismo de Cristo nos restaura a la vida eterna con Dios. El Sacramento de Cristo nos da vida eterna. Nos hace como Maria, eternos, sin pecado. Y nuestro bautismo en Cristo nos abre la puerta a los demas sacramentos, como la Confirmacion y la Eucaristia.
Este Lunes celebramos La Inmaculada Concepcion de Maria, la madre de Dios.
Adan e Eva son nuestros primeros padres humanos. Dios creo a Adan e Eva para vivir en perpetua amistad con El. No iban a morir, porque fueron creados para vivir eternamente con Dios. Pero, por su pecado se separaban de Dios. Adan e Eva se hicieron rebeldes a Dios. Ellos rechazaban a su amistad con Dios.
Se acuerden que solo hay vida eterna con Dios. Separado de Dios la vida eterna no es posible, porque solo Dios es eterno. Ningun otra cosa es eterna; solo Dios y los unidos a El. La unica manera de vivir eternamente es junto con Dios. Adan e Eva rechazaban a Dios. Dios no se separaba de ellos, sino que ellos se separaban y rechazaban a Dios. Asi perdieron para ellos y sus hijos la vida eterna.
Eso se llama el “Pecado Original”. Uno de las herencias que tenemos de nuestros primeros padres es que, como ellos despues de su rebeldia, somos mortales. Ellos murieron, por que perdian su vida eterna con El, y nosotros nacimos para morir igual a ellos.
Nacimos con Pecado Original, gracias a nuestros primeros padres. Dios no hizo la muerte. Dios no hizo el pecado. Nuestros primeros padres perdieron el paraiso y nos dio el pecado y la muerte. Dios siempre queria salvarnos.
El Sacramento de Bautismo que nos dio Cristo, nos lava del Pecado Original y nos restaura por el Espiritu Santo a la vida eterna.
Maria, la madre de Jesus, fue concebida sin pecado. Por tanto, Maria es la nueva Eva, creada como Eva originalmente sin pecado, sin mancha, sin muerte. Maria no fue rebelde, sino, Maria respondio al Arcangel Gabriel,
Yo soy la servidora del Señor.
Maria no podia morir, por ser la nueva Eva, creada sin pecado.
Se acuerda que Juan decia que Jesus
“… los bautizará en el Espíritu Santo.”
Y el Arcangel Gabriel habia dicho a Maria en la Anunciacion,
¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.
El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
En el Sacramento de Bautizo, según Jesus en el Evangelio de San Juan, estamos bautizados con agua y el Espiritu. Entonces, en nuestro Bautismo Cristiano, perdemos nuestro Pecado Original y nos restaura como Maria, limpio de pecado e invitados a vivir la vida eterna con Maria y Jesus y con el Padre, en el Espiritu Santo.
Maria, La Inmaculada representa nuestro “futuro” porque nosotros vamos a vivir eternamente con ella por nuestro bautismo cristiano.
Claro, todavia podemos escoger a pecar, pero Dios nos ha dado, tambien, el Sacramento de Reconciliacon y la Santa Eucaristia. La Confesion nos restaura como el dia de nuestro bautismo, sin pecado. La Sangre de Cristo tambien nos perdona nuestros pecados cuando comulgamos.
Nunca se olvidan, que, para los bautizados, solo hay tres cosas que debemos hacer para vivir eternamente con Dios:
1) No falten la Misa; Tercer Mandamiento
2) Comulguen cada vez que pueden, y
3) Si caen de la bicicleta con sus pecados, Confiesen, y serian perdonados, y otra vez restaurados como el dia de su bautizo.
Vuelven a Dios. “Preparen el camino del Señor.”
Cuando Uds. participen en la Misa de la Inmaculada Concepcion de Maria estan reconociendo su propia vida eterna, siguiendo a ella.
Preparense con cumplimiento del dia de la Inmaculada Concepcion, guarden el Dia 8 de Diciembre, este lunes, como dia de Obligacion. Celebran su propio “futuro” eterno, con ella, nuestra Madre.