Seguimos en medio de la pandemia de coronavirus. Durante marzo y abril estábamos en cuarentena. Desde los principios de mayo hemos hecho el intento de reabrir con seguridad. Pero, según las estadísticas en Austin, ahora la situación esta peor que nunca. Casi dos terceras partes de las infecciones y hospitalizaciones son Hispanos en Austin y Travis. Y el numero de casos es triple, tres veces mas comparado con abril y mayo la situación estaba difícil; ahora es peor. Nuestra comunidad se esta enfermando mucho mas que cualquier otro grupo en Travis County.
Hoy en la mañana el alcalde de Austin, Steve Adler, y muchos vinieron a nuestra parroquia vinieron como parte de una colaboración para la seguridad de nuestra comunidad. Trajeron pruebas de Covid-19 gratis y hicieron pruebas a unas 300 personas. Tenemos controlar esta enfermedad entre los Hispanos. Para me fue una señal de esperanza para nuestra comunidad. Yo quisiera repetir el evento.
Mucha gente tiene miedo por las circunstancias de la pandemia. ¿Es preocupante? Si. ¿Debemos tener miedo?
Esta pandemia no es la primera pandemia que la Iglesia ha enfrentada. En 2,000 años hemos enfrentados a muchas pandemias, guerras y otras crisis. Una de las lecciones mas importantes es no permitir el miedo paralizarnos.
¿Podemos eliminar el miedo? Pues, no. Pero si podemos controlarnos como que no lo permitimos a paralizarnos o dominarnos. Pues, Jesús dijo,
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
Nuestra fe debe apoyarnos.
Nuestra fe no nos prometa una vida libre de miedos, sino una vida de pruebas. Nuestra fe no es una religión, o un evangelio de abundancia para los fieles, sino oportunidades a aprender a vivir mas confiado en el, y vivir mas en control de nuestros miedos.
Como decía Jeremías,
Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado ….
Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo
y conoces lo más profundo de los corazones, ….
Esta pandemia va a estar con nosotros por mas tiempo, pero va a pasar. Tenemos que aprender como cuidarnos, y a guardar la seguridad de nuestras familias y vecinos. Debemos respetarlo, pero no vivir en miedo, sino con confianza en Dios.