Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado….
Con estas palabras Jesús instalo su Iglesia con los Apóstoles, antes de su Ascensión. La Iglesia fue fundado para perdón pecados, especialmente el Pecado Original que separo los hombres de Dios. La entrada a la Iglesia es a través del Bautismo.
Aquí hay un detalle que muchos no reconocen. Las palabras,
enseñen a todas las naciones,
O sea, hagan discípulos a todas las naciones. Hagan discípulos antes de bautizarlos. Con adultos los ensenamos antes del bautismo. Pero con niños los bautizamos y luego los formamos en discípulos.
Y los formamos a ser “Trinitarios”. La formula del Bautismo es como Jesús nos ha ensenado que se bauticen,
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo….
Somos bautizados “Trinitarios”.
Los padres deben de ensenar a sus hijos como rezar, incluyendo el Padre Nuestro, la Ave María y otras oraciones, y como bendecirse o persignarse, en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
La Santísima Trinidad es un fenómeno de nuestra fe, y es, quizás el misterio mas profundo de nuestra fe. Limitados nosotros humanos, solo podemos comenzar a entender el misterio de la Santísima Trinidad. Dios es uno. Solo tenemos un solo Dios. No hay otros dioses. Creer en otros dioses es brujería, superstición y pecado mortal y en contra al primer mandamiento de los Diez Mandamientos de Dios, “No tendrán otros dioses fuera de mi”.
Creemos que Dios creo el mundo y al hombre en su imagen y semejanza. Creemos que la segunda persona de la Santa Trinidad vino al mundo como hombre, hijo de Dios e hijo de María. Así, en la Santísima Trinidad ahora hay un hombre, en carne y espíritu. Así fuéramos nosotros formados en su imagen y semejanza.
Creemos que el Hijo y el Padre mandaron al Espíritu Santo a la tierra para fortalecer su Iglesia. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y debemos ensenar a nuestros hijos porque hacemos el señal de la Cruz y como hacerlo correctamente.
(Muéstrales como….)
Cada vez que entramos a una Iglesia, ponemos nuestros dedos en el agua bendita y nos bendecimos en Dios, Padre, Hijo y el Espíritu Santo. Cada vez que lo hacemos, nos hacemos recordar y re-afirmar nuestro Bautismo en la Santa Trinidad. Cada vez que nos persignamos estamos recordándonos que somos Trinitarios y estamos en camino al cielo y el Reino del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. La Santísima Trinidad busco a nosotros para vivir eternamente con nuestro Dios, en el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.