”Alianza”. ¿Que significa? Mucha gente confunden “alianza” con “contrato”. Pero son dos palabras diferentes.
“Contrato” es un cambio de bienes, material. “Alianza” es un intercambio de personas. El sacramento de matrimonio es un intercambio de dos personas hasta el fin de su vida. Dos comienzan a ser una sola carne. Existen matrimonios que no son alianzas, sino contratos. El divorcio en la corte civil asuma que el matrimonio es un contrato que puede ser terminado. En la Iglesia Católica, el matrimonio es una “alianza”. La pareja invita a Jesús a entrar en su alianza.
La relación de ”alianza” es un tema principal en nuestra fe. Es un tema principal en el Antiguo Testamento. Dios viene a nosotros. Dios hace una Alianza con nosotros.
Dios le dijo a Noé y a sus hijos con él:
En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: «Ahora establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, ….”
Una «alianza» es un vínculo irrompible. Lo que es fascinante acerca de este vínculo Divino es la disparidad entre los dos lados de este pacto. Ellos no son socios iguales. Por un lado, está Dios; Todopoderoso Creador del Universo; Todo amor, que nos ama sin cesar. En el otro lado de la alianza, estamos nosotros, los humanos, hechos a su imagen y semejanza. Él nos ofrece amistad eterna y vida eterna.
Dios nos invita a entrar en la vida de alianza con él. Somos libres de aceptar la alianza con Dios o rechazarlo. Ignorar la Alianza de Dios es rechazarlo.
Nuestra respuesta al Pacto de Dios es reconocer que lo recibimos, «Lo he recibido, Señor. Te amo, Señor. Estoy aquí. Lo acepto. ¡Puede contar conmigo!»
¿Cuáles serían algunos ejemplos de nuestra respuesta a este Pacto?
Las promesas bautismales son una de las formas en que aceptamos la Alianza con Dios. Cuando decimos el Credo en la misa, en realidad estamos diciendo nuestras promesas bautismales.
Comulgar en la Santa Misa es una Alianza con Dios. Antes de la consagración, el sacerdote eche un poco de agua al vino, y dice,
”El agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido compartir nuestra condición humana.”
Participar en la Santa Misa es una forma de responder a la Santa Alianza.
Hacer fielmente los Mandamientos de Dios es otra forma de responder a la Alianza con Dios: los Diez Mandamientos; todos ellos.
Jesús les dijo a los Apóstoles,
”Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes.”
Sus Mandamientos incluyen guardar el Día del Señor, nuestro «Sábado», el domingo, el séptimo día, y amar a Dios y a los demás hermanos y vecinos.
Nuestros convenios matrimoniales son una imagen, un ejemplo del la Alianza de Dios con nosotros. A lo largo de la Biblia, las Escrituras usan el tema de la alianza matrimonial como una imagen y ejemplo de nuestra fidelidad a Dios, como lo haremos con nuestros parejas.
La relación de la Alianza con Dios también se refleja en nuestra fidelidad a la Santa Iglesia. En la Iglesia nos servimos el uno al otro. Respondemos a esta Alianza al aceptar las enseñanzas de la Iglesia, adorando y alabando a Dios en conjunto y apoyando a la Iglesia.
Nuestro diezmo es una forma de vivir en una relación de Alianza. Todo que tenemos viene de Dios. Nuestro diezmo le dice a Dios: «He recibido, Señor, Tu promesa y sus bendiciones. Los acepto. ¡ !Puede contar conmigo!
TARJETAS DE COMPROMISO: Cuando usamos estas tarjetas de compromiso para hacer nuestra promesa anual de diezmos, las usamos como un recordatorio de nuestra fidelidad a Su Santa Alianza, y nuestra respuesta a su fidelidad hacia nosotros.