Jesús quiere que entendemos como reconocer el Reino del Cielo. Con un poco de entendimiento podemos ver que el Reino ya esta presente desde que llego El entre nosotros. Y ahora bautizados, con los sacramentos que nos dejo, estamos viviendo en las entradas del Cielo. Donde esta Jesús, esta el Reino presente. Jesús nos dijo que El siempre va estar con nosotros, especialmente en los Sacramentos de la Iglesia, comenzando con nuestro bautismo. Jesús esta aquí.
Quizás el mundo no lo ven a El por tanta corrupción en el mundo, o por tanta cizaña que nos hace difícil reconocer el Cielo entre nosotros ya. Aquí en el mundo estamos rodeado de cizaña, ¿verdad? Y la cizaña nos distrae a nosotros y nuestros hijos. A veces parece que no hay santos en el mundo, sino solo cizaña.
La semana pasada, Jesús hablo sobre el sembrador, sembrando la palabra como semilla. El estaba poniendo la responsabilidad en nosotros ser tierra fértil para que la semilla de la palabra diera fruto en nosotros. Se acuerda que el nos dijo,
Oirán una y otra vez y no entenderán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.
En el evangelio esta semana, Jesús nos ensena como reconocer el Reino alrededor de nosotros.
«El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla ….”
«El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza ….”
«El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura ….”
Cada una de estas parábolas nos ayuda a reconocer el Reino del Cielo.
La primera lección nos da a entender que el Reino del Cielo ya esta presente. Quizás no parece Cielo porque estamos rodeado y distraído de cizaña entre nosotros.
¿Que es la cizaña? Explico Jesús,
“… la cizaña son los partidarios del maligno, el enemigo que la siembra es el Diablo”
Si, señores, Jesús da testimonio frecuente que es real el Diablo, y que el malo tiene muchos partidarios del maligno. Y que hay un infierno verdadero para quemar la cizaña eternamente.
Vivimos lado a lado, hombro a hombro en el mundo con la cizaña. ¿Porque?
Eso es porque nuestro Dios, como dice el Salmo,
… es bueno y clemente”.
Vivimos juntos en el mundo para el bien de todos, cizaña y santos juntos.
Yo soy cizaña a veces.
Dice en el Libro de Sabiduría que escuchamos hoy,
Con todo esto has enseñado a tu pueblo
que el justo debe ser humano,
y has llenado a tus hijos de una dulce esperanza,
ya que al pecador le das tiempo para que se arrepienta.
Hasta con la cizaña Dios es clemente, y El da tiempo para arrepentir. El es el juez, no nosotros.
Vivimos con mucha tentación de ser jueces nosotros mismos. Pero solo Dios es el juez de todos.
Hay un ejemplo que a mi me llamaba la atención cuando llegue aquí. En el “Tune-up” de los acomodadores, ahora los llamo, “Ministros de Hospitalidad”, me presentaban que antes tenia cajas de rebosos para cubrir a mujeres quienes llegaban a la parroquia mal vestida, no bien cubierta. En estos “Tune-ups” ahora, ensenamos a los Ministros de Hospitalidad decir a si mismo, “Gracias a Dios que vienen.” Observemos que cuando la gente vienen, ellos comienzan a ser evangelizados. Y poco a poco comienzan a madurar espiritualmente, y observamos mas humildad, mas modestia, mas moderadas.
Como parroquianos Católicos debemos aprender a decir, “Gracias a Dios que vienen.” En el Confesionario, me encuentro diciendo cuando personas entran a confesar, yo digo a mi mismo, “Gracias a Dios que vienen.” Gracias a Dios que vienen a pedir perdón, a convertirse otra vez de ser cizaña y volver a ser trigo. Gracias a Dios que vienen.
Dios es bueno y clemente, misericordioso, porque es paciente con todos nosotros. Dios nos da el tiempo para nuestra conversión de nuestra rebeldía. Yo reconozco mis pecados. Nosotros iniciamos la Santa Misa pidiendo la misericordia de Dios y el perdón de nuestros pecados. Y Dios nos perdona.
Pero la cizaña escogió ser cizaña rebelde. Nos condenamos a nosotros mismos cuando escogimos hacernos rebeldes al Reino del Cielo. ¿Como es posible para nosotros entrar al Cielo cuando somos rebeldes a los mandamientos de Dios?
Vamos a considerar la segunda parábola, la semilla de mostaza. Muchas veces pensamos que no podemos ser importante en el Reino de Dios porque somos pequeños, insignificantes. Muchos de los santos mas importantes pensaban que eran insignificantes, pero vivieron su fe en una forma llena de amor humilde. San Francisco de Assis, Santa Therese de Lisieux, Santa Theresa de Calcutta, San Miguel Pro, San Juan Diego. A pesar de verse pequeños, con su fe humilde en Dios, con la ayuda del Espíritu Santo cambiaron al mundo. Su semilla era la mas pequeña, pero su fruto dio un lugar, un ejemplo que llamo la atención a miles de discípulos del Reino de Dios.
Vamos a considerar la tercera parábola del evangelio,
«El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura ….”
Si la palabra de Dios esta vivo entre nosotros, todos los días, entonces es la levadura en nosotros para el mundo. La biblia en la mesa no ayuda a nadie. La biblia leída, aprendida, vivida en sus vidas cotidianas hace vivir La Palabra en el mundo. Con sus vidas formadas con La Palabra, Uds. y yo somos levadura para el mundo. Así podemos nosotros ayudar a convertir la cizaña a Jesús, y ser mas trigo.
¿Quieren vivir en el Reino de Cielo? No falten la santa misa; comulguen cada vez que podemos; y cuando caen de la bicicleta, vayan a confesar. Son promesas de Jesús para nuestra salvación. Así no serán cizaña, sino levadura para el Cielo. E hijos de Dios.